La selección de Portugal sufrió un inesperado revés en su camino hacia el Mundial 2026 al caer derrotada 2-0 ante Irlanda en Dublín. El partido, correspondiente a la quinta jornada del Grupo F de clasificación, se complicó aún más con la expulsión de Cristiano Ronaldo, quien vio la tarjeta roja directa en el minuto 61.
Un partido para el olvido
El encuentro se torció desde el inicio para los lusos. Troy Parrott, con un doblete (minutos 17 y 45), sentenció el marcador a favor de los irlandeses. A pesar de los intentos de Portugal por revertir la situación, la expulsión de Ronaldo terminó por sepultar sus aspiraciones. Roberto Martínez, seleccionador portugués, reconoció que “todo lo que podía salir mal, salió mal” y destacó la reacción del equipo a pesar de las adversidades.
Bernardo Silva, en declaraciones a la RTP, expresó la desilusión del equipo por el resultado: "Estamos desilusionados con lo que hicimos aquí hoy". El jugador del Manchester City admitió que Irlanda les complicó el partido y que no fueron eficientes en ataque.
Cambios tácticos y un inicio prometedor
Martínez introdujo cinco cambios en el once inicial con respecto al partido anterior ante Hungría. Sin embargo, a pesar de un comienzo prometedor, con llegadas peligrosas de Ronaldo y João Félix, Portugal no logró concretar sus oportunidades. Un error del portero Diogo Costa propició el primer gol de Irlanda, desestabilizando al equipo.
- Parrott, la pesadilla portuguesa: El delantero irlandés fue la figura del partido, anotando los dos goles que dieron la victoria a su selección.
- Expulsión clave: La tarjeta roja a Cristiano Ronaldo condicionó el resto del encuentro, dejando a Portugal con diez jugadores y sin su principal referente.
¿Qué le espera a Portugal?
Con esta derrota, Portugal aplaza su clasificación para el Mundial 2026 hasta la última jornada, en la que se enfrentará a Armenia en el Estadio do Dragão. El equipo deberá reponerse rápidamente de este revés y buscar la victoria para asegurar su presencia en la cita mundialista.
El resultado deja un sabor amargo en la afición portuguesa y plantea interrogantes sobre el rendimiento del equipo. Será fundamental analizar los errores cometidos y ajustar la estrategia para afrontar el decisivo encuentro ante Armenia.