El eterno debate sobre el formato ideal para el fútbol argentino resurge con fuerza: ¿priorizar la emoción y el dramatismo de los torneos cortos, o apostar por la calidad y la justicia deportiva de los torneos largos al estilo europeo?
Torneos Cortos: Un Espectáculo Asegurado
El actual formato, con 30 equipos (aunque muchos consideren que 10 o 12 deberían estar en segunda división), ha logrado un objetivo innegable: mantener la atención y la pasión de los aficionados hasta el último minuto. La cercanía en puntos entre muchos equipos al final de la fase regular genera un ambiente de incertidumbre y emoción constante, donde casi todos se juegan algo importante: clasificación a playoffs, Libertadores, Sudamericana o la permanencia en la máxima categoría.
Este modelo permite que equipos, en principio menos poderosos, tengan la oportunidad de competir y soñar con el título, gracias a rachas positivas y un sistema que iguala las posibilidades entre el primero y el octavo clasificado.
Torneos Largos: La Consagración del Mejor
Por otro lado, los defensores de los torneos largos, con 20 o 22 equipos compitiendo todos contra todos a ida y vuelta, argumentan que este formato premia la regularidad y la verdadera calidad. En un campeonato extenso, la suerte y las rachas momentáneas tienen menos peso, y el campeón es, sin duda, el equipo que más méritos ha acumulado a lo largo de toda la temporada.
Además, un torneo con menos equipos en Primera División eleva el nivel de la competencia, evitando la presencia de equipos con nivel de segunda y asegurando partidos más disputados y atractivos.
El Desafío de Predecir un Campeón
La realidad es que el formato actual dificulta enormemente la tarea de predecir un campeón. La igualdad en puntos y el rendimiento irregular de los equipos hacen que cualquiera pueda dar la sorpresa y complicarle la vida al rival más poderoso. La definición por penales, ahora extendida a 120 minutos, añade aún más dramatismo a la competición.
Equipos como Central, con Di María como figura destacada, y Boca, fortalecido por la llegada de Paredes, parten con cierta ventaja gracias a su regularidad y a la localía en los playoffs. Sin embargo, Racing, si logra concentrarse en esta competición, también podría ser un contendiente serio. Pero, en definitiva, cualquiera de los clasificados tiene la capacidad de dar la sorpresa y luchar por el título.