Un escándalo de corrupción sacude a la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), con acusaciones que rozan a la hermana del presidente, Karina Milei. La investigación, desatada tras la filtración de audios del exdirector de la ANDIS, Diego Spagnuolo, revela un presunto esquema de sobornos vinculado a la compra de medicamentos para personas con discapacidad.
Según las denuncias, Karina Milei habría recibido un 3% de comisión a través de la droguería Suizo Argentina, que a su vez cobraba un 8% a los proveedores. Se estima que este esquema generaba entre 500.000 y 800.000 dólares mensuales. Aunque Karina Milei no ha sido formalmente imputada, su nombre ha sido vinculado al caso debido a su cercanía con Spagnuolo y su influencia en la gestión de la ANDIS.
Las consecuencias no se hicieron esperar: una cascada de renuncias y despidos sacude al gobierno. Ya son trece los funcionarios que han dejado sus cargos en medio de la investigación. El último en caer fue Javier Cardini, subsecretario de Gestión Productiva, tras descubrirse que su pareja, Ornella Calvete, ocultaba 700 mil dólares no declarados en su domicilio.
La trama, lejos de cerrarse, promete nuevos capítulos de alta tensión judicial y política. Los nombres de los funcionarios implicados generan incertidumbre sobre el futuro de la gestión libertaria y plantean serias dudas sobre la transparencia en el manejo de fondos destinados a personas con discapacidad.
En otro orden de cosas, la Unión Industrial Argentina (UIA) ha manifestado su preocupación por el aumento del contrabando, especialmente en sectores como el de teléfonos celulares y cervezas. La evasión impositiva producto de estas importaciones ilegales representa una pérdida millonaria para el Estado, estimada en $760.000 millones anuales, comprometiendo el equilibrio fiscal.
Finalmente, la política argentina sigue polarizada. Mientras Javier Milei consolida su rol como líder del oficialismo, la oposición aún no encuentra una figura que logre unificarla y ofrecer una alternativa clara. La falta de diálogo y la confrontación constante dificultan la construcción de consensos y la búsqueda de soluciones a los problemas del país.