Rosario Central y Estudiantes se enfrentaron en un partido cargado de tensión, correspondiente a los octavos de final del Torneo Clausura. Más allá del empate sin goles en los primeros minutos, el encuentro estuvo marcado por la polémica previa y un fuerte mensaje de Juan Sebastián Verón.
Un "campeonato" que genera controversia
La designación de Rosario Central como "Campeón de Liga" por parte de la AFA, basándose en la tabla anual, generó un fuerte rechazo. Estudiantes, en señal de protesta, realizó un pasillo de espaldas al equipo rosarino, evidenciando la tensa relación entre ambas instituciones.
La situación se agravó aún más por un mensaje en redes sociales de Juan Sebastián Verón, presidente de Estudiantes. Verón publicó un puño en alto con los colores del club, un símbolo de lucha y resistencia, interpretado como un claro mensaje contra el poder institucional de la AFA.
"Dale hoy", escribió Verón, alimentando la incertidumbre y dejando entrever una fuerte disputa con la dirigencia del fútbol argentino. El gesto recordó la icónica imagen de Nelson Mandela, un símbolo de resistencia frente a la opresión.
El partido en sí
En lo estrictamente futbolístico, los primeros minutos del partido fueron de ida y vuelta, con llegadas por ambos lados pero sin que los arqueros tuvieran que realizar grandes intervenciones. Tiago Palacios tuvo la primera oportunidad clara para Estudiantes, pero su remate salió desviado.
Rosario Central, que terminó como líder de la Zona B, busca revalidar el título ante un Estudiantes que finalizó octavo en la Zona A. El equipo local sufrió la baja de Ignacio Malcorra, expulsado en el último partido ante Independiente.
Di María celebra el polémico título
Ángel Di María, referente del fútbol argentino, se hizo eco de la polémica consagración de Rosario Central. "La gloria no tiene precio", escribió el Fideo en sus redes sociales, tras reunirse con los dirigentes del club rosarino.
El partido promete ser intenso, con dos equipos que buscarán avanzar a la siguiente ronda del Torneo Clausura, pero con una atmósfera enrarecida por las tensiones institucionales y la polémica designación del "Campeón de Liga".