Un revés inesperado para el Bayern Múnich en su visita al Emirates Stadium. El equipo bávaro sufrió su primera derrota de la temporada en Champions League ante un Arsenal que supo aprovechar los errores defensivos y la falta de contundencia en el mediocampo. El partido, que prometía ser un duelo de titanes, terminó con un marcador adverso para los dirigidos por Vincent Kompany.
Kompany apuesta por Kimmich y Gnabry
La inclusión de Joshua Kimmich y Serge Gnabry en el once inicial generó expectativas, considerando que ambos jugadores venían de superar molestias físicas. Kompany depositó su confianza en ellos para liderar al equipo en un encuentro crucial por la cima del Grupo. Kimmich, recuperado de su lesión en el tobillo, formó un doble pivote junto a Aleksandar Pavlović, mientras que Gnabry se ubicó en la línea de ataque junto a Michael Olise y Lennart Karl, respaldando al delantero centro Harry Kane.
Sin embargo, la estrategia no rindió los frutos esperados. A pesar de momentos de brillantez individual, el Bayern careció de la solidez defensiva y la precisión en la definición que lo caracterizan. La ausencia de Luis Díaz, suspendido por la tarjeta roja que recibió ante el Paris Saint-Germain, también se hizo sentir en el juego ofensivo del equipo alemán.
Errores costosos de Upamecano y Neuer
La defensa del Bayern, liderada por Konrad Laimer, Dayot Upamecano, Jonathan Tah y Josip Stanisic, no logró contener los embates del Arsenal. Upamecano y el experimentado portero Manuel Neuer cometieron errores puntuales que resultaron determinantes en el desarrollo del partido. Dos goles del Arsenal en la segunda mitad ampliaron la ventaja y sentenciaron el encuentro.
El Bayern, que aspiraba a asegurar su clasificación a octavos de final y consolidarse como uno de los favoritos al título, deberá replantear su estrategia y corregir los errores cometidos si quiere mantener sus aspiraciones en la Champions League. La derrota ante el Arsenal deja al descubierto algunas falencias en el equipo y plantea interrogantes sobre su capacidad para competir al más alto nivel.
El próximo partido se presenta como una oportunidad para redimirse y demostrar que la derrota en Londres fue solo un tropiezo en su camino hacia la gloria europea.